
Las principales causas de las manos agrietadas son los agentes atmosféricos; pensemos, por ejemplo, en el viento, la nieve, las bajas temperaturas o los rayos UV, que ayudan a evaporar el agua presente en la epidermis con demasiada rapidez, secándola. La exposición prolongada al smog o el uso excesivo de detergentes agresivos o productos irritantes también contribuyen a que la piel de las manos se seque, se vuelva áspera y descamada.
En una primera fase la piel de las manos, atacada por agentes externos, aparece mal hidratada y seca y, posteriormente, se agrieta, enrojece y en ocasiones sangra.
Guantes para prevenir las manos agrietadas
Cuando la temperatura exterior desciende, siempre es recomendable llevar guantes antes de salir, para protegerse las manos de la agresión del viento y el frío. Incluso en las tareas del hogar siempre es bueno utilizar guantes especiales de látex para proteger la piel de la acción de los detergentes más agresivos.
Manteca de karité para combatir las manos agrietadas
La manteca de karité, que se obtiene de las semillas de Vitellaria paradoxa , gracias a sus preciosas propiedades emolientes y antiinflamatorias, es capaz de calmar las rojeces y suavizar la piel de las manos , acelerando así el proceso de cicatrización. Alternativamente, puede utilizar una crema hidratante a base de aceite de oliva y limón para restaurar el equilibrio hidrolipídico de la piel.
Miel: el alimento ideal para manos agrietadas
Una mezcla casera a base de miel y aceite de almendras , es la solución ideal para hidratar y reducir el agrietamiento de las manos. Esta preparación, de hecho, consigue nutrir e hidratar la piel en profundidad, haciéndola, desde la primera aplicación, más suave al tacto.
Suplementos para la piel contra manos agrietadas
La ingesta de complementos alimenticios ad hoc por vía oral es fundamental para garantizar a la piel todos los nutrientes que necesita. En particular, deben contener vitaminas A, C, E y B6, selenio y silicio.